María José Pérez Méndez @_MariaJosePerez El camino que está transitando el print animal en general y los estampados de leopardo, cebra y tigre en particular es uno muy parecido al que han experimentado los cuadros y, más concretamente, los vichy: resultan infalibles y pueden catalogarse como icónicos (¿acaso no merecen el título después de volver a los armarios una y otra vez como un salvavidas estético?), pero el fervor con el que pasarelas, marcas y street style se entregan a determinadas tendencias puede terminar provocando cierto hartazgo visual. No es que se desdeñen o dejen de gustar, ni mucho menos: tan solo se trata de saturación más o menos transitoria. Por eso, no resultaría extraño que aunque la temporada de temperaturas bajas apenas haya comenzado, las ganas de llevar alguna pieza inspirada en el pelaje animal hayan descendido notablemente desde la primera vez que se detectó como una de las grandes tendencias. El antídoto, además de dar con el look adecuado, quizás pase por tener una alternativa que, para qué mentir, ya está presente este otoño/invierno, pero será la próxima primavera/verano 2019 cuando opte a ser masiva: el estampado tie-dye.